La historia de Roberto Guevara y Cynthia Fernández es una de emprendimiento, ellos se conocieron por un negocio. Un día Cynthia llegó a una reunión en la casa de Roberto y nunca más salió.
Ella vino de Lambayeque con el sueño de ser independiente, por eso decidieron emprender juntos. Crearon un negocio de importaciones y no les iba mal, pero no tenían tiempo para nada más que trabajar. Ellos se volvieron esclavos de su negocio, porque se encargaban de todo.
Era un gran sacrificio, porque comenzaban a las 8 de la mañana y terminaban a las 10 de la noche, y eso era todos los días. No tenían ni el tiempo, ni la libertad económica que querían y, más bien, tenían que estar siempre pendientes de la tienda, porque si no lo estaban, la gente que se quedaba podía robar.
En ese momento decidieron que era momento de hacer un cambio, porque sino iban a seguir igual. Cuando empezaron a trabajar en redes de mercadeo, les gustó mucho, porque ya habían estado hablando de encontrar una empresa sólida, peruana, con precios reales y productos peruanos que les permita comenzar el camino desde cero e ir creciendo con el tiempo.
Un año después de entrar a redes de mercadeo, se dieron cuenta de la gran decisión que habían tomado, porque pasaron de tener una vida con complicaciones, a tener una mucho mejor en la que podían cumplir los sueños que tenían y compartir momentos especiales.
Su bebé fue su motor, lo que les dio ganas de seguir creciendo como pareja, siempre fueron luchadores, pero su hija fue el impulso adicional. Ellos creen que en esta vida uno tiene que arriesgar, porque si no arriesga no gana, y así fue como lo hicieron ellos. Nadie sabe lo que va a pasar, pero si puedes crear una mejor forma de vivir y crear una nueva historia que influya en la vida de muchas personas.
Para ellos el resultado que han tenido ha sido un sueño hecho realidad, lograron conseguir un auto de lujo con el que soñaban. De hecho, cuando Roberto tenían alrededor de 20 años a su papá le regalaron una camisa de Mercedes Benz super bonita, que se la dio a Christian y él se la regaló después. Para él fue increíble tener esa camisa guardada por 10 años y ver cómo se volvía realidad ese sueño, como si hubiera estado destinado a pasar; es una ilusión y un sueño hecho realidad.
Para ellos redes de mercadeo fue un nuevo y emocionante camino que los llevó a lograr cumplir todos sus sueños y objetivos. Ahora ellos también tienen la oportunidad de poder impactar en la vida de otras personas para ayudarlas a mejorar.